Las pausas silentes arropan mis inviernos
en tanto que cae la noche en mí.
La vida se me apaga tras el fuego
de versos solitarios no pronunciados.
El clamor de las pasiones revuelven
las guerras en las que me interno.
La lluvia inversa rebosa júbilo
mientras mi mundo se tambalea.
Hay una carga silenciosa
de sensaciones.
Hay fríos y calores
despojados.
En mi piel las emociones
se impregnan.
Las lluvias secas
no cesan.
Y en estos versos
se sumerge mi mundo.
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