desde mi balcón no dejo de observar
que el otoño atenúa tu figura,
tus hojas verdes son ocres al mudar
como hilván cayendo de su hilatura
extendiendo un tapiz pardo al desnudar,
me tenderé sobre tu fino manto
para contemplar y entender tu llanto.
Cuando me asomo al balcón, mis pensamientos y algunos deseos, tratan de convertirse en poesía
Es mi rosa de marzo la que florece en mi corazón a ritmo de puro amor, recuerdos imborrables sus pétalos engalanados visten viejas canciones...