encierran los recuerdos!
Soy prisionera
de su dulce mirada
que acomodaba sonrisas
y quebraba sollozos,
prisionera
de sus tersas mejillas
que atesoraban cientos
de besos de fresa.
Pero esa prisión
es mi herida
porque la falta suya
se yergue desde
el fondo de mi corazón,
y es tal la añoranza
que me aflige y quema
en esta primavera caída.
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